¡Hola chicas!
Próximamente tengo otro curso de maquillaje y como os gustaron tanto los anteriores post, sobre todo los de cómo contornear el rostro y maquillar los ojos según su forma, aquí os dejo las claves para lograr una piel perfecta (sí, ¡es posible!), que es lo principal en un maquillaje nude, una de las tendencias del momento basada en vernos guapísimas sin que parezca que vamos maquilladas.
Aunque pueda parecer algo obvio, el primer paso es identificar nuestra piel. Ponte delante del espejo y sácate todos los defectos que veas (yo soy experta en los míos), fijándote bien en las siguientes cosas:
- Tipo de piel (grasa, seca o mixta)
- Rojeces (como granitos) o rosácea
- Manchas oscuras
- Tipo de ojeras (verdosas, violetas, amarillentas...)
- Poros dilatados
- Arrugas o zonas hundidas
Una vez hayas detectado qué hay que corregir, podremos ponernos mano a la obra. Para comenzar, según tu tipo de piel deberás usar unos productos u otros. Si tienes la piel grasa es recomendable aplicar una pre-base en las zonas conflictivas en lo que a brillos se refiere, mientras que si la tienes seca no olvides aplicar un sérum a parte de la crema hidratante (ésta es obligatoria en todos los casos), así como tratamientos extra: efecto flash, para atenuar los poros, etc.
Por otro lado, todo aquello que sea un defecto de coloración (rojeces, manchas, ojeras...) puede corregirse gracias a la teoría del círculo cromático. Probablemente esto os suene a chino pero es tan simple como saber qué color es el contrario a lo que queremos corregir para poder disimularlo. Aquí os dejo un cuadro resumido de lo principal. Recordad que los colores funcionan en ambas direcciones, es decir, si el verde corrige las rojeces, el rojo atenuará las zonas verdosas, como las ojeras o venitas, y así con todos.
Próximamente tengo otro curso de maquillaje y como os gustaron tanto los anteriores post, sobre todo los de cómo contornear el rostro y maquillar los ojos según su forma, aquí os dejo las claves para lograr una piel perfecta (sí, ¡es posible!), que es lo principal en un maquillaje nude, una de las tendencias del momento basada en vernos guapísimas sin que parezca que vamos maquilladas.
Imagen: Wedding party app
Aunque pueda parecer algo obvio, el primer paso es identificar nuestra piel. Ponte delante del espejo y sácate todos los defectos que veas (yo soy experta en los míos), fijándote bien en las siguientes cosas:
- Tipo de piel (grasa, seca o mixta)
- Rojeces (como granitos) o rosácea
- Manchas oscuras
- Tipo de ojeras (verdosas, violetas, amarillentas...)
- Poros dilatados
- Arrugas o zonas hundidas
Una vez hayas detectado qué hay que corregir, podremos ponernos mano a la obra. Para comenzar, según tu tipo de piel deberás usar unos productos u otros. Si tienes la piel grasa es recomendable aplicar una pre-base en las zonas conflictivas en lo que a brillos se refiere, mientras que si la tienes seca no olvides aplicar un sérum a parte de la crema hidratante (ésta es obligatoria en todos los casos), así como tratamientos extra: efecto flash, para atenuar los poros, etc.
Por otro lado, todo aquello que sea un defecto de coloración (rojeces, manchas, ojeras...) puede corregirse gracias a la teoría del círculo cromático. Probablemente esto os suene a chino pero es tan simple como saber qué color es el contrario a lo que queremos corregir para poder disimularlo. Aquí os dejo un cuadro resumido de lo principal. Recordad que los colores funcionan en ambas direcciones, es decir, si el verde corrige las rojeces, el rojo atenuará las zonas verdosas, como las ojeras o venitas, y así con todos.
Una vez hemos disimulado todo tipo de manchas, podremos pasar a los poros. Actualmente existen muchas firmas que nos traen productos para corregir este tipo de imperfecciones y, aunque siempre es mejor tratarlos a diario, si necesitáis un efecto inmediato el Pore Professionals de Benefit no es en balde uno de sus productos más vendidos.
Una vez aplicado todo lo necesario, podremos empezar a usar el maquillaje como tal, es decir, la base, siempre del mismo tono que nuestra piel y jamás más oscuro, ya que nos aportaría edad. Es importante extenderlo bien y que éste quede bien integrado, tapando los colores que hemos usado anteriormente y creando un efecto casi instantáneo de rostro unificado.
Para iluminar la zona de la ojera y atenuar las pequeñas arruguitas, vamos a usar un corrector o iluminador un tono por debajo del de nuestra piel, difuminándolo bien. Recordad la manera correcta de extenderlo, formando un triángulo hacia abajo y no una banana.
Imagen: Alizadventures
Finalmente, sólo tendremos que hacer las correcciones oscuras según la forma de nuestro rostro, marcar la línea de agua de las pestañas superiores con un lápiz negro y aplicar un poco de rímel. Como toque final podéis incluir un punto de luz con iluminador o lápiz blanco en el lagrimal y ¡perfectas!
Imagen: Oncewed
¿Qué os ha parecido? ¡Espero que os haya sido útil!